Ahora es el turno de FinFisher,
spyware utilizado por el gobierno en sus laboratorios de inteligencia, que aunque ya se daban datos en el 2011, a día de hoy ha cobrado más fuerza, y ya son 32 países sospechosos de usarlo, incluido el
estado español. Otro dato importante es que parece ser que terceros
países están colaborando, es decir, se generan redes entre los estados,
cediendo datos obtenidos. Evidentemente, todo en la sombra.
El programa cuesta 3 millones de euros y pertenece a Gamma Group International,
empresa especializada en vigilancia y espionaje informático. Su
funcionamiento pasa por infectar al objetivo a través de un archivo
malicioso (troyano), que puede tener la apariencia de actualización de
seguridad, complemento de navegador…
Los objetivos no se limitan a
computadoras, también afecta a teléfonos. Una vez infectado el spyware
recolecta información del equipo (conversaciones, textos, webcam,
descarga de datos, correos…). Es decir, el/la operador/a de FinFisher, tiene acceso remoto al objetivo, por lo que puede hacer prácticamente lo que quiera en él.
Recordemos que ya no se buscan personas, sino que el espionaje es una herramienta de control total de la población. Como ya se desprendía de los correos extraídos de las bases de datos de HackedTeam, lo que necesitan es un sistema tecnológico que no siga a un individuo, si no que proporcione datos de forma masiva.
No nos sorprendamos. En los
últimos años el estado español ha invertido tiempo y dinero en avanzar
en este tipo de sistemas.
Por ello debemos ser precavidxs, mantenernos
segurxs y aprender a usar las herramientas existentes con el fin de
preservar nuestra privacidad y ponérselo difícil. No importa para qué
utilicemos tanto el ordenador como el teléfono, se trata de generar una
cultura de la seguridad, se trata de establecer medidas que frenen sus
avances. Existe multitud de documentación en la red de como hacerlo.