Una sentencia revela que la policía puede convertir los teléfonos pinchados en micrófonos de ambiente.
Los teléfonos móviles intervenidos con autorización judicial pueden captar lo que pasa alrededor desde el mismo momento en que comienzan a recibir una llamada o la realizan, esto es, desde que comienzan a sonar los tonos, sin necesidad de que el receptor haya descolgado.
El Alto Tribunal confirmó el 3 de mayo una sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra contra cinco personas por tráfico de drogas. Entre los motivos de los recursos que habían presentado sus defensas estaban intervenciones telefónicas practicadas bajo una serie de presuntas irregularidades. Entre ellas, “la utilización de los teléfonos móviles como micrófonos ambientales”.
Uno de los condenados se quejaba de "la utilización de los teléfonos móviles como micrófonos ambientales".
“Únicamente cuando la llamada ha sido establecida y el móvil la recibe, antes de aceptarla el destinatario, el sistema comienza a grabar; es decir, la llamada, para la que existía acuerdo judicial de intervención y grabación, ya se había producido, con independencia de que si el destinatario no la acepta, no genere coste para quien la realiza”, se lee textualmente en la sentencia.
La capacidad para convertir los teléfonos intervenidos judicialmente en micrófonos de ambiente llegó con la instauración de Sitel, el Sistema de Interceptación Telefónica que comenzó a utilizarse en pruebas en 2004.
Sitel permite seleccionar cortes de tiempo, eliminar ruido ajeno a la conversación, rebobinar, avanzar, utilizar filtros... El sistema también cuenta con un transcriptor de conversaciones, aunque si la calidad del sonido que le llega no es buena es necesario que los agentes escuchen esos tramos.
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