
Según apunta Reuters, ingenieros de la empresa china pudieron acceder a la base de datos de Grindr durante varios meses. Si bien no hay evidencias de un mal uso de estos datos, que la información de una aplicación con sede en Estados Unidos se comparta en China es lo último que necesita el actual momento de tensión que se vive entre los dos países.
Actualmente, Grindr está en proceso de venta, tras las presiones de los Estados Unidos. En concreto, el Comité de Inversión Extranjera (CFIUS) estaría, según la fuente, preocupado porque el gobierno chino pudiera encontrar información relativa a la inteligencia y personal militar de los Estados Unidos.
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