Ya lo avisa en los términos y condiciones que aceptamos al instalar Whatsapp. Podríamos llevarnos alguna sorpresa al descubrir qué tipo de información estamos dejando al descubierto.
No sólo accede a tu listado de contactos y agenda telefónica, como podías imaginar. De hecho esto lo hace de forma periódica para actualizarse. Con ello, recopila nombres, direcciones de domicilios o correos electrónicos. Pero además, Whatsapp puede saber qué páginas visitas con tu navegador. Para ello se basta con las 'cookies' registradas en tu dispositivo.
Cada vez que navegas por internet a través de tu navegador, Whatsapp recopila información como tu IP, qué navegador usas, páginas que visitas, cuándo y en qué orden lo hiciste.
Sobre tu actividad en la propia app, recopila tus fotos de perfil, los archivos que compartes y, en general, toda la información sobre tu estado, algo a lo que al instalar la app supone que tiene derecho a usar, reproducir, distribuir y preparar trabajos. Esto quiere decir, por ejemplo, que Whatsapp podría usar tu foto de perfil.
Whatsapp guarda de forma temporal en sus servidores fotos, vídeos, contactos y ubicaciones que hayas enviado a través de la aplicación, así que da igual si el tráfico va cifrado o no.
En fin, un rastreador de nuestra privacidad en potencia.
Fuente: 20 minutos