La polémica generada por Cambridge Analytica en Facebook fue sólo la punta del iceberg, sobre todo porque el mismo Facebook es quien recolecta más información de sus usuarios que cualquier otro servicio en la red.
Y ojo, parte del problema no es Facebook, sino los usuarios y esa falsa y errónea confianza que existe hacia los servicios en línea, donde casi nadie lee los términos y condiciones. Aunque aquí hay que destacar que en el caso de Facebook, este documento fue creado a detalle para causar confusión y ser deliberadamente engañoso, así que aunque lo leamos, no sabremos bien qué le estamos cediendo a la plataforma. Ahora con el escándalo encima, se ha descubierto algo que muchos ya nos temíamos, y es que Facebook sabe, literalmente, casi todo de nosotros.
Se ha descubierto la brutal cantidad de información que Facebook tiene de nosotros, todo bajo el argumento de vender más y mejor publicidad. Sólo para poner un poco de contexto, el 98,5% de los ingresos de Facebook provienen de la publicidad y ya está cerca de superar a Google, que es a día de hoy la empresa publicitaria más grande del mundo.
Facebook pone a nuestra disposición un archivo ZIP que se divide en 71 apartados donde se incluyen nuestra dirección física, nuestras ubicaciones, familiares, amigos, todas nuestras conversaciones en Messenger, la información de nuestros contactos y hasta aquellos que ya eliminamos o bloqueamos, tarjetas de crédito (en caso de que hayamos comprado algo en Facebook), datos de reconocimiento facial para las sugerencias de etiquetas en fotos, direcciones IP, fotos y sus metadatos, todas nuestras publicaciones y mucho más.
Pero lo más preocupante es lo que apunta Dylan McKay, un programador de Nueva Zelanda, quien se encontró con cosas realmente perturbantes. En su caso, Facebook tiene un historial detallado de sus llamadas telefónicas, su agenda telefónica completa, donde incluso aparecen los contactos que había borrado de su teléfono, todos los mensajes de texto (SMS) enviados y recibidos con metadatos, esto sin haber usado Messenger como aplicación nativa para mensajes, así como los metadatos de todas las llamadas telefónicas, con fecha, hora y duración de cada una.
El detalle aquí es que Dylan menciona que usa un dispositivo Android, y cuando instaló Facebook aceptó todos los permisos que solicitaba en ese momento. Para quienes no lo sepan, Facebook en Android pide permiso para tener a acceso a una gran cantidad de información y actividades que realizamos en nuestro smartphone, como llamadas, mensajes SMS, tu agenda de contactos, cámara, micrófono y más.
Pero esto no sólo ocurre en Android, sino también en iOS aunque en menos medida, donde por ejemplo Messenger nos pide permiso para sincronizar nuestros contactos en el teléfono con los de Facebook.
¿Y ahora qué?
Al menos en Europa, esto cambiará el próximo 25 de mayo cuando entre en vigor la nueva ley de protección de datos: GDPR (General Data Protection Regulation), la cual minimizará de forma importante las prácticas de Facebook y otras plataformas. En caso de que las compañías no cumplan, tendrán que pagar hasta el 4% de su facturación anual global. La mala noticia es que esto es sólo en Europa, por lo que el resto del planeta seguirá bajo el mismo escenario.
La recomendación aquí es tener sentido común, detenerse un segundo a pensar antes de dar "Aceptar" en esa notificación que nos aparece en la pantalla.
Más info: Xataka
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